En el momento de firmar el contrato para la ejecución del Tren Metropolitano, el Ministro de Obras Públicas, Milton Claros, dijo que “Cochabamba arranca con el proyecto más grande y ambicioso” para el Departamento; en efecto, se ha firmado un contrato con la empresa JOCA de España, para iniciar los trabajos de pre factibilidad y diseño del Tren Metropolitano, así como de limpieza y preparación del terreno para el tendido de los rieles del futuro tren. Para esto la empresa dispone de un periodo de ejecución de tres meses. En una segunda etapa se contempla la ejecución propiamente dicha, que tendrá una duración de tres años.
Es una obra ambiciosa y cara. Demandará una inversión de 537 millones de dólares, de los que 504 millones serán para la habilitación del Tren Metropolitano y los restantes 33 millones estarán destinados a los trabajos de control, supervisión, monitoreo y contingencias que tienen que ser previstas en el marco general del contrato.
Cochabamba tendrá un tren eléctrico moderno, por lo tanto, ecológico, que conectará los municipios que conforman el eje metropolitano, es decir, Sipe Sipe, Vinto, Quillacollo, Colcapirhua, Cercado y Sacaba a través de una línea férrea con trenes de alta velocidad.
De desarrollarse de acuerdo al plan y al contrato, la obra mejorará de manera notable la calidad del transporte público, basado en la actualidad en transporte con vehículos pequeños, inseguros e incómodos. Un tren eléctrico nos acercará a lo que es el transporte público en los países más desarrollados, principalmente de Europa. Es un gran paso para el desarrollo departamental y lo será más aún, si integra al resto del Departamento, es decir al resto de las provincias, donde Capinota debe tener un lugar prioritario, dado su pasado ferroviario y sus condiciones especiales, de contar con rieles y espacios del antiguo ferrocarril.
La empresa que ejecutará el proyecto es JOCA de España, que se ha aliado a la empresa Molinari Rail de Suiza, que de manera conjunta conformaron la Asociación Accidental Tunari. Ambas dicen tener amplia experiencia en este tipo de obras.
El Tren Metropolitano tendrá, en su primera fase, una longitud aproximada de 40,37 km, con 13 estaciones; tendrá una velocidad promedio de 80 km por hora y podrá llevar centenas de pasajeros.
En principio el servicio del tren considera tres líneas o tramos. El tramo VERDE: desde Sipe Sipe a la Estación San Antonio, de aproximadamente 27,37 km. El tramo AMARILLO: desde el cruce del rio Rocha a la Av. Sajama y el Castillo en Sacaba, de 7,74 kilómetros. Y el tramo ROJO: de La Estación de San Antonio a la Facultad de Agronomía de la Universidad Mayor de San Simón, de 5,26 km. Se estima, en una segunda fase, ampliar el tramo verde, lo que abre, a su vez, la posibilidad de otras ampliaciones, donde Capinota debe ser incluida, por las razones expuestas antes y porque, además, se ha convertido en una importante zona industrial con su fábrica de cemento en Irpa Irpa, sus atractivos turísticos y su vocación de ser territorio de tránsito de las poblaciones aledañas de las provincias vecinas como Arque, Bolivar, las del Norte de Potosí y todas las que anteriormente eran servidas por el ferrocarril de la Railway.
Las autoridades departamentales han sido vehementes al afirmar que el Tren Metropolitano Integrará a los municipios de la región y del departamento a través de un sistema de transporte multimodal y con accesibilidad universal. En este sentido existen opciones o módulos diversos para proponer: desde trenes de menor velocidad, tranvías rápidos, o los mismos trenes del sistema central desplazándose con horarios más espaciados, por ejemplo, un tren cada hora, de ida y de vuelta. Lo importante es que se considere y se baraje la opción de un nuevo tramo o línea, que puede ser la AZUL. Las opciones técnicas son muchas, lo importante es tener claro el objetivo estratégico y tener la voluntad de lograrlo.
Consideramos que el tren hasta Irpa Irpa debe convertirse en un objetivo estratégico de los capinoteños que deben proponer, en primera instancia, y exigir, en segunda instancia, su restitución como capital ferroviaria. Este debe convertirse en un anhelo general y las autoridades municipales y locales deberán hacerse eco de esta aspiración, hacerla suya y transmitirla a las autoridades nacionales hasta lograr su aprobación y financiamiento.
Una gran tarea se abre hacia el futuro cercano, con banderas de reivindicación que deben ser enarboladas por todos los que se sienten capinoteños y con mayor fuerza por sus organizaciones sociales y cívicas. Devolver a Capinota su tradición ferroviaria debe ser el objetivo estratégico de mediano plazo, y no se debe aflojar hasta conseguirlo!!!