Como anunciado, el domingo 7 de abril se realizó la primera Feria de la Panadería y la Repostería Capinoteña, evento organizado por la Alcaldía Municipal junto con panaderos y reposteros locales. Pese a haberse realizado en el día del peatón, su realización sorprendió por las múltiples iniciativas institucionales, familiares y personales que se dieron cita en la plaza del pueblo. Además, sorprendió porque es una iniciativa que promueve una actividad productiva, el emprendimiento alrededor de la elaboración del más básico de los alimentos: el pan y sus derivados.
Pudimos ver la presentación de unos quince puestos, bien presentados, con una variedad de productos de panificación y una naciente repostería que, de verdad nos pone optimistas. Más allá de nuestros clásicos panes vallunos, hechos con harina integral y poca levadura, o nuestras ch’amas con harina cercana al afrecho o combinadas con harina blanca, pudimos apreciar toda suerte de panes, de diferente textura y tamaño. Panes redondos, con queso (sarnitas) o sin queso, o en forma de marraqueta o pan francés. Lo mismo pasó en el arte de la repostería, donde pudimos apreciar los mayores progresos.
Nos llamó la atención el proyecto de los nueve hermanos Vayne, que tuvo una presentación impecable, liderados por su mamá, la ya consagrada Susana, especialista en empanadas, mismas que volaron en tempranas horas de la mañana ferial. Pese a su edad, Doña Susana dirigió personalmente su stand, acompañada de simpáticas azafatas y vendedoras, todas conveniente e higiénicamente presentadas. No olvidemos que la familia Vayne viene de habilidosos artesanos de la sastrería, que no solo confeccionaron llamativos uniformes, sino, también, bolsas de tela con el logo de su empresa, útiles y ecológicos para llevar los panes. Fue uno de los stands más concurridos y presentables.
Otro de los puestos que mereció aplausos es el que lleva la marca Ricamasita, promovido y financiado por instituciones de defensa de los derechos económicos de las mujeres. La iniciativa Ricamasita se ejecuta en el marco del proyecto: «Contribuyendo a la autonomía económica de las mujeres y el desarrollo inclusivo en el Departamento de Cochabamba», mismo que es ejecutado por el Instituto de Formación Integral Femenina (IFFI), en ligazón con Alianza por la Solidaridad y con el financiamiento de la Generalitat Valenciana. El IFFI es una organización privada de desarrollo, cuya misión es la de empoderar a las mujeres para el cambio hacia una sociedad más justa y equitativa. Tiene proyectos en el Cercado, Quillacollo, Tiquipaya, Colcapirhua y Capinota, donde debemos aplaudir su presencia, que empodera y enseña a nuestras mujeres, no solo panadería y repostería, sino, sobre el conocimiento y defensa de sus derechos económicos.
Otro proyecto interesante y bien presentado es el de FONADIM, que pretende desarrollar junto con la Alcaldía Municipal, una panadería en la zona de Buen Retiro, donde se ha instalado un edificio que está en vías de equiparse. Esperamos que sirva para capacitación de nuestros jóvenes.
La feria fue un esfuerzo que merece nuestro reconocimiento por la forma de presentar los productos y por los adelantos registrados, sobre todo en repostería. Esperamos que se siga promoviendo esta actividad para beneficio de la población, que va mejorando sus pautas de consumo y su nivel de . La feria, sin ser muy grande, merece un visto bueno positivo y esperamos se repita cada año. Felicitaciones a los ejecutores y participantes.