Como ya se informó antes, nuevamente en esta época de lluvias hubo repetidas inundaciones en diferentes casas y barrios del pueblo, aún cuando las lluvias no fueron tan fuertes como en el 2009. La pregunta inevitable que los vecinos se hacen es: porqué las casas se inundan, aunque sea con los desbordes de las acequias? (ver para esto el artículo de Los Tiempos: “Riada inunda casas y cultivos en Capinota”).
En esa ocasión el actual Alcalde, Marco A. Coraite, dio una pauta sobre las verdaderas causas de este fenómeno, dijo que “las casas de la zona no tienen desagüe pluvial porque quedaron unos 30 centímetros por debajo del nivel de un canal de riego construido hace más de dos años”. Las aguas de ese canal de riego inundaron 50 casas, y 10 sufrieron daños irreparables por la lama que anegó todo.
Efectivamente es así, pero no solo el canal de riego fue construido a las apuradas, por encima del nivel del anterior, sin cavar el fondo del mismo, también lo es la eliminación de canales de riego y el pavimentado por encima del nivel de las casas, como lo vamos a demostrar en este y en artículos posteriores, que serán documentados.
Consideramos que la causa más frecuente de anegamiento no es únicamente la construcción apresurada de los canales de riego, sino, el haber levantado el nivel de las calles, debido a la ejecución negligente y abusiva del colocado de pavimento por parte de la Empresa COBOCE, con anuencia de la Alcaldía Municipal, sin considerar el nivel de las casas y sin considerar los derechos de los vecinos. Se puso el pavimento nuevo sin levantar el empedrado antiguo . En este proceso de pavimentación rápida, se borraron acequias y canales de riego centenarios y se levantó el nivel del suelo, sin considerar adecuadamente el drenaje pluvial. Los vecinos nada dijeron, porque el decir algo suponía estar en contra de una obra modernizadora, el estar en contra del “adelanto”. No se puede decir nada contra el cemento, menos si éste viene de la fábrica COBOCE.
Decenas o centenas de casas quedaron por debajo del suelo (habría que evaluar y cuantificar el daño), principalmente las más antiguas, que además son de adobe. Las ventanas, en muchos casos, quedaron casi al nivel del suelo. Las puertas se redujeron a la mitad, obligando a muchos propietarios a entrar a sus casas agachados, sino de cuatro patas, como se puede ver en las fotos adjuntas.
No hubo reacción organizada, aunque sí mucha rabia contenida. Muchos propietarios que no podían construir nuevas casas, se vieron en la necesidad de venderlas a nuevos vecinos, con más recursos, y que no dudan en voltearlas y construir una nueva, más alta y con cemento armado y ladrillo. Esta es la explicación del porqué Capinota parece una ciudad post terremoto, donde la mitad de las casas parecen destruidas y, la otra mitad, en proceso de construcción. De la imagen y fisonomía del antiguo pueblo no quedará nada en muy breve plazo.
Evidentemente, este es un hecho de abuso de poder, porque se lo hizo sin consulta y aún en contra de la voluntad de los propietarios. Merece ser ventilado y discutido desde el punto de vista del derecho propietario. Los perjudicados debieran reaccionar y unirse frente a tamaña prepotencia, para reclamar por los daños.