Archive for abril, 2014

Adiós a los molinos harineros de la cuenca del Río Arque

Por Antonio Rocabado Q.

“…a los pueblos (indios americanos) llevaban el agua por medio de canales que eran verdaderas obras gigantescas. Componíanse de inmensas losas de piedra, perfectamente ajustadas, sin mezcla alguna, que por medio de compuertas dejaban salir la cantidad suficiente para regar las tierras. Algunos de estos acueductos eran sumamente largos tenían de cuatrocientas a quinientas millas de extensión…”

Pedro Sarmiento de Gamboa (1572)

Consideraciones iniciales. La región andina desde la antigüedad más remota tuvo una vocación agraria. La alta cultura andina significó sobretodo una agricultura plena, sustentada en una base de milenios de experimentación y domesticación de plantas.

En Irpa Irpa han colocado unas calaminas para proteger a los molinos, el resto está en franco deterioro

En Irpa Irpa han colocado unas calaminas para proteger a los molinos, el resto está en franco deterioro

En un medio que exige mucho del hombre, el andino fue capaz de sacar admirable partido de su ambiente hasta dominarlo y lograr un desarrollo muy original. El gran desarrollo alcanzado por la agricultura andina se debía a la extraordinaria afición de los aborígenes por el cultivo de la tierra. Los españoles maravillados por esta afición, observaron que incluso los que tenían oficios artesanales interrumpían sus trabajos para acudir a las sementeras, y llegado el tiempo, se dedicaban por entero al cultivo agrícola.

Habiendo sido los habitantes andinos casi totalmente vegetarianos, y en especial granívoros, su preocupación dominante fue la domesticación de gramíneas, tubérculos, y otras especies nativas, así como su cultivo, mejoramiento, recolección, y almacenamiento. En el transcurso de 20.000 años el andino no sólo fijó las características de plantas como el maíz, papa, quinua y setenta variedades más, sino que dio feliz solución a problemas agrológicos e hidráulicos mediante ingeniosos sistemas de cultivo, fertilización y riego. Por ello, no se puede ignorar que muchas de las acequias y canales en actual servicio en varias regiones de Bolivia sean anteriores a la Conquista.

En este contexto histórico, el admirable sistema de canales y acequias aún en servicio en sitios de agricultura intensiva como la amplia cuenca del río Arque, con una extensión cercana a los 2000 Km2, particularmente en los espacios cultivables de piedemonte, en las afluencias del Sopo Mayu, Sayari Mayu, Jankho Khala, y otras 500 quebradas que concurren en la corriente principal, demuestran el conocimiento práctico del régimen de descarga del río Arque y la mejor forma de utilizar sus aguas. Situación que fue aprovechada prontamente por los conquistadores y encomenderos españoles para fomentar las plantaciones de cereales e instalar una larga serie de molinos harineros hidráulicos, cuya tecnología primigenia se remonta al Asia Menor y fue transmitida a Europa por romanos y mozárabes.

Historia de los molinos harineros de la cuenca del río Arque. Estimamos que los tiempos en que se construyeron los primeros molinos hidráulicos harineros en la cuenca del río Arque fueron anteriores al 06 de marzo de 1553, cuando se registra fehacientemente una reunión de Lorenzo de Aldana con Martín de Almendras en Capinota, a la sazón importante pueblo de su encomienda. Los afanes de Aldana se encaminaban ese entonces a una rebelión general de los encomenderos charqueños para resistir a las disposiciones del virrey La Gasca en sentido de limitar el servicio de los indios.

Ese 1553 Aldana tenía 45 años, y fallecería 15 años después, dejando antes, sin embargo, una expresa constancia en la ciudad de Los Reyes, el 15 de noviembre de 1557, mediante una “Carta de Restitución”, una importante donación para los indios de su encomienda consistente en ovejas, ganado bovino, dos solares con edificios, y el “molino de pan moler de Sicaya”, por el hecho de “no haberles dado doctrina y otras causas”.

De estos datos se infiere que la serie de molinos que se erigieron en el corredor principal de la cuenca del río Arque (de un largo aproximado de 77 Km) fue construida antes del año 1600, y funcionaron por más de 400 años, como son los casos concretos de los molinos de la población homónima Arque, de Sicaya, Irpa Irpa, Capinota, Sarcocucho, y otros entre Colcha y Cona Cona, ubicados en las riberas del río hasta la década del 1970.

La construcción de molinos harineros de rueda hidráulica horizontal en la cuenca del río Arque, constituye un factor de producción de indiscutible importancia y amplia utilización para la subsistencia de habitantes de estas comarcas y de los asientos mineros nacionales. Su tecnología esencial proviene de la antigüedad (Vitrubio, siglo I a. D.), y su difusión en América proviene del medioevo español con ingredientes romanos, visigodos, y árabes.

El uso de la fuerza hidráulica parte siempre de una misma base conceptual extendida extraordinariamente desde el medioevo: la aplicación de una fuerza giratoria sobre el curso del agua a partir de la cual la energía se transmite a las piedras o “muelas” encargadas de moler el cereal. El despiece del más sencillo molino de eje vertical comprende palas en contacto con el agua, las muelas de piedra donde propiamente se hace la molienda, las piezas de engarce, y la “tramoya” o tolva que es la caja en la que se deposita el grano para caer en la muela.

La fotografía de la parte posterior de los molinos de Irpa Irpa muestra su absoluto abandono y descuido

La fotografía de la parte posterior de los molinos de Irpa Irpa muestra su absoluto abandono y descuido

Una complicada descripción de las partes de los molinos hidráulicos, que cuenta con una vasta terminología árabe/española, podría ser motivo de un nuevo artículo de molinería o molinología, a elaborarse esencialmente con miras de recuperar importantes partes de los molinos, en el intento ideal de conservar en un museo la memoria histórica de la región, o por lo menos, la de Capinota y sus campiñas, conocida desde tiempos remotos como la comarca más importante de la cuenca.

Entorno de la unidad denominada “Molino”. El molino era una unidad de producción con una serie de elementos que completaban la actividad principal. Todos ellos presentan en sus inmediaciones huertos, pequeñas áreas de pasto, corrales para las recuas de mulas, asnos o llamas que cargaban los productos del harineo, etc. Cuando se enajenaban estas unidades se especificaba con frecuencia precisando el molino con su soto, huerto, cespedera, pedrera, y demás complementos.

Aunque los componentes claves de la tecnología hidráulica de la molienda forman unidad, los documentos mencionan muchas veces la existencia de varias “paradas” dispuestas a lo largo de la corriente dentro de un mismo conjunto. Todo ello para elevar la rentabilidad de la fuente de energía, y en el cuidado de que dicho aprovechamiento del agua no lleve también a competencias con la agricultura de regadío, una limitación en el caso capinoteño que generó toda clase de choques y pleitos.

Denuncias sobre el estado actual de los molinos. A modo de conclusión, en esta oportunidad deseamos denunciar la grave situación en que se encuentra nuestro patrimonio hidráulico, principalmente el representado por sus molinos, acequias, canales y otros componentes, que están siendo derruidos sin respetar su valor cultural, histórico y etnográfico, y que representan, sin duda, un bien cultural vinculado a nuestros pueblos, que son fundamentales para la comprensión de lo que fue la vida cotidiana de nuestros antepasados. Esta clase de monumentos han sido declarados como Bienes de Interés Cultural en la mayor parte de las naciones del mundo, y son respetados.

Agradeceremos la difusión de estas ideas, pues entendemos que la cultura es un asunto a defender por parte de todos los que formamos la sociedad actual. Nuestros ríos están siendo castigados en los últimos tiempos por el caótico desarrollo urbanístico e industrial de las ciudades y la degradación generalizada de los espacios rurales.

El desconocimiento es el peor enemigo que tenemos. Necesitamos inventariar y catalogar nuestros ríos a efectos de conocer y proteger el patrimonio edificado y natural. Debemos conocer el valor de cada una de las construcciones para asignarles algún tipo de protección. Imaginarnos un retroceso a los siglos pasados, cuando aún existía una mayor armonía entre el hombre y los territorios fluviales, acequias, canales y… los molinos, que ya estaban integrados en esos paisajes. Todo un idílico paisaje en un entorno equilibrado.

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Etimología e historia del guarapo

La mayor parte de la presente descripción la hemos obtenido en la siguiente dirección de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Guarapo

Etimología

Sólo en Cochabamba y principalmente en Capinota se conoce como gurapo a la bebida proveniente de la primera fermentación de la uva

Sólo en Cochabamba y principalmente en Capinota se conoce como guarapo a la bebida proveniente de la primera fermentación de la uva

Pedro José Ramírez Sendoya la define así: Jugo de la caña.
Trae las siguientes consideraciones etimológicas. “ Et. Cuamanagoto – Huarapu = Taza”, según Wendel. Ta.
Guarepo = Llaman los guajiros a la cal para mascar coca.
En algunos países se denomina huarapo, principalmente en centroamericanos y en el Perú y en regiones de Bolivia como Tarija donde la bebida es de caña.

Guarapo es el nombre que recibe una bebida alcohólica o infusión que varía según la región. Generalmente, se considera guarapo a la bebida que contiene proporcionalmente una gran cantidad de agua, bien sea añadida o por destilación natural. El guarapo se distingue del té y otras infusiones porque no suele ser un preparado de hierbas o flores, sino de frutos, savias o caña. Sin embargo, en algunas regiones puede referirse al té como un guarapo de hierbas o matas, tal es el caso de Venezuela.

De esta manera, en Colombia se denomina guarapo, en hogares comúnmente campesinos de las regiones andinas, a una bebida fermentada o sin fermentar preparada de dos maneras, la primera es la que se obtiene de la miel de caña o de panela. Se puede preparar fácilmente disolviendo la miel o panela en agua y fermentándola usando un tipo de levadura que en el lenguaje popular se conoce como «cunchos» ó «Supias». Esta levadura es frecuentemente compartida entre quienes producen la bebida. La otra manera y la más común es el resultado de moler la caña de azúcar en un trapiche o molino, la cual puede ser consumida fresca o fermentada. De esta última se obtiene aguardiente bebida típica de Colombia.

En el estado de Tabasco, México el guarapo es una bebida muy popular entre la población indígena chontal, y se consume principalmente durante el Día de muertos o los rezos, ya que se acostumbra ponerlo en los altares. Esta bebida es elaborada con jugo de caña fermentada. Existe también el guarapo de maíz el cual es de color blanquecino, y es creada a través de la fermentación del maíz tostado, la panela y el agua.

En las Islas Canarias se denomina con este término al producto obtenido a partir de la savia de la palmera canaria (Phoenix canariensis), muy común en Isla de La Gomera.

El guarapo de caña es conocido particularmente en Panamá, Cuba, República Dominicana y Venezuela. Es el jugo extraído directamente de la caña de azúcar durante la molienda luego de la zafra y consumido popularmente a forma de bebida refrescante y energizante durante los meses de verano o estación de sequía.

Para los venezolanos, incluso el café expreso mezclado con suficiente agua, o el café colado con mucha agua, lo que lo hace muy claro, es conocido como guarapo, café aguarapado (o apocopado como café aguarapa’o) o guayoyo.

Los Chiricanos le dicen GUARAPO, al agua con raspadura. En la ciudad capital de Panamá, la población de Río Abajo formula el guarapo a base de jugo de Naranjita Estrella Azul con una 1 onza de ron.

En la isla de La Gomera (Islas Canarias, España), se conoce por guarapo al jugo dulce extraído de la Palmera Canaria, con el que se elabora tanto la Miel de Palma como la bebida dulce del mismo nombre.

Sólo en Bolivia el guarapo es de uva. En Capinota, donde más se lo conoce, se lo prepara de uva fresca, que es sometida a fermentación una vez estrujada y sin separar el mosto y el orujo producidos. Normalmente se los vierte en un cántaro de barro cocido que se lo tapa herméticamente con marlos, maderas o un plato cerrado con yeso, y se los hace fermentar durante 22 días a temperatura ambiente. Algunos adicionan agua y hacen calentar previamente el líquido como hasta 40 grados. En algunos otros lugares se lo prepara con pasas de uva.

No existen normas que establezcan los parámetros y estándares de preparación del guarapo.

Las bebidas más parecidas, en países de Latinoamérica, son la chicha de uva y la mistela, que se preparan en Chile y en la Argentina, donde su proceso de elaboración está bien normado, así la chicha de uva la bebida que resulta de la fermentación parcial del mosto, detenida antes alcanzar el 5% de alcohol en volumen y con un contenido no menor de 80 g de azúcar reductor por litro.

A partir de estas consideraciones, proponemos la siguiente definición del  Guarapo: «Producto que resulta de la fermentación parcial del mosto de uva, detenida antes de alcanzar el 5% de alcohol en volumen y – para hacerlo más entendible y práctico- con un contenido de azúcar que no exceda de 5% y no baje de 2%. El guarapo no puede contener adición de ningún alcohol extra, menos el alcohol de caña, en cuyo caso se trata un producto adulterado».

Historia:

El guarapo original, podría ser oriundo de las islas canarias o incluso fuese ya conocido en la costa de Málaga y Granada de donde la caña de azúcar llegó hasta Canarias y posiblemente ya fuera conocido por los bereberes del norte de África antes de la expansión del imperio romano, como el dulce llamado bienmesabe que proviene de la almendra y que en el continente americano se reconoce como venezolano, la contaminación cruzada de conocimientos en las islas canarias durante la colonización de América como puerto estratégico ha intercambiado términos varios y este caso es uno bastante común.

En el estado mexicano de Tabasco, durante la época de la colonia española en el siglo XVI y con la introducción de la caña de azúcar proveniente del Caribe, los indígenas chontales comenzaron a elaborar la bebida a base de fermentar el jugo de la caña, volviéndose está muy popular entre la población indígena quienes lo utilizaban principalmente en las fiestas y celebraciones.

Para la preparación se utiliza mucho un recipiente de barro cocido semiesférico más o menos de 50 cm de altura llamado «moya», y para consumirlo se usa otro recipiente fabricado a partir de un calabazo conocido como totumo, el recipiente terminado se llama totuma y generalmente es capaz de contener de 1/2 litro hasta 5 litros o más de la bebida.

La Caña de Azúcar es la planta de la cual se extrae el Guarapo. Si no se deja fermentar mucho tiempo se obtiene una bebida refrescante, energética por el contenido de miel y muy deliciosa. En muchos lugares de Colombia es muy normal ver trapiches de «palo» (madera) con los que trituran caña para extraer el jugo o guarapo que enfrían y venden como refresco.

Si por el contrario, se continua el proceso de fermentación lo suficiente se puede conseguir un altísimo grado alcohólico, y con la destilación se obtiene un licor similar al aguardiente o ron. Añadiendo mazamorra de maíz y más panela, se puede obtener chicha, luego de dejar fermentar dicha mezcla en un recipiente de barro cocido.

Por otra parte, con el nombre de Guarapo, se ha rodado una película en las islas de Tenerife y La Gomera (Canarias, España) durante el año 1988 y estrenada el día 19 de mayo de 1989. Es la primera de la considerada actualmente trilogía de los hermanos Ríos, reflejo de un cine de carácter nacional interesado en mostrar parte de la historia contemporánea del pueblo canario.

La película está ambientada en la isla de La Gomera, durante el periodo de posguerra que sobrevino tras la Guerra Civil Española. Su argumento gira en torno al caciquismo, la represión franquista y la emigración ilegal de canarios hacia tierras americanas, Venezuela en este caso.

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Poema: Valle Mío

Valle Mio

Por Edgar Claure Paz

Los dias y las noches
han guardado mis raices.
Florecido en otros climas,
savia y tiempo fueron tuyos, valle mio.

Tu madera se hizo canto
viajero con las estrellas,
valija al hombro, migrante,
sin rumbos que nos detengan.

Barro y flor templaron mi espada,
cantaron la vida sus reflejos de plata;
labriega de anchos andares,
su acero, sueño alado, hizo dulce la nostalgia.

Quererte es fácil, valle esperanza,
mientras mido las distancias
que me acercan al retorno,
madurados mis silencios, a contarte mis desvelos.

Quererte es fácil, valle esperanza, mientras mido las distancias que me acercan al retorno...

Quererte es fácil, valle esperanza,
mientras mido las distancias
que me acercan al retorno…

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Protestas y descontento por alza injustificada de tarifas de transporte

El micro es el medio de transporte más utilizado, pese al desorden en su servicio y a la inseguridad de sus movilidades denominadas bambuchas

El micro es el medio de transporte más utilizado, pese al desorden en su servicio y a la inseguridad de sus movilidades denominadas bambuchas

Una vez más los transportistas de pasajeros han hecho de las suyas, aumentando de manera unilateral e inconsulta el costo de los pasajes en la ruta Capinota- Cochabamba. Lo hicieron a pesar de que hace muy poco tiempo habían firmado un convenio con el Concejo Municipal zanjando un problema previo de aumento de tarifas; los micreros y bambucheros aprovechando las fiestas del carnaval aumentaron sus tarifas en un Boliviano. Es decir, los pasajes que costaban 8 Bs. en los vehículos más grandes y 9 Bs. en las bambuchas pasaron a costar por decisión de los propios transportistas 10 Bs.; recordemos que en todas las fiestas estos transportistas aumentan discrecionalmente los pasajes, pero en la ocasión, después de aumentarlos ya no los redujeron al precio pre-carnavalero.

Las autoridades gubernamentales de Cochabamba, a través de la Policía, trataron de controlar el abuso de los micreros y tuvieron algunos amagos de enfrentamiento en la parada da la ciudad de Cochabamba, al encontrar resistencia por parte de los chóferes.

Que se sepa las autoridades locales no han reaccionado y, como de costumbre, demuestran una pasividad asombrosa, ratificándose como instancias pasivas que terminan aceptando cualquier imposición, principalmente del gremio del transporte capinoteño.

Como este problema se repite en varias provincias del valle Alto, al extremo de que se realizan protestas y bloqueos de ambas partes cada día, el Gobierno Departamental ha tratado, de manera infructuosa, de poner orden al sistema de transporte, estableciendo tarifas justas y acordadas entre las partes interesadas. En el caso de Capinota debieran opinar, además de las autoridades municipales, las organizaciones de la sociedad civil, los consumidores, que bien pueden estar representados por las OTBes.

Sabemos que el Comité Cívico de Capinota ha hecho sus propias representaciones mediante cartas enviadas a la Gobernación del Departamento y a la Alcaldía Municipal, esta última todavía sin respuesta.

Entretanto, el problema continúa y se manifiesta como una especie de demostración de abuso, imposición y falta de autoridad, mientras la población usuaria protesta por el hecho y espera que sus posiciones e intereses sean atendidas y defendidas  por alguna instancia de gobierno.

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