Toda persona que llega a Capinota lo primero que ve es un gran portal con un letrero que dice COBOCE y, en letra más pequeña, casi imperceptible, otra frase que dice “A Capinota con cariño” y, todavía más pequeño: “En sus 100 años”. Cualquier inocente lector podría creer en la verdad de estas frases, sobre todo, el cariño que COBOCE siente por Capinota. ¡Cómo de grande es este cariño, que es capaz de inducirle a erigir un mamotreto semejante para expresarlo plenamente! Claro que si el lector es más atento, habrá notado que existen varios de estos letreros en el camino, concretamente existe uno enorme en Charamoco y, otro, en el puente de Parotani.
¿Será que COBOCE es una empresa tan desinteresada como para levantar gratuitamente este atroz monumento, capaz de golpear cualquier buen gusto arquitectónico? Nosotros no lo creemos así.
COBOCE desde su fundación ha hecho poco o casi nada por Capinota. No le deja prácticamente ninguna utilidad económica, salvo la indirecta, que proviene de convertirse en la principal empresa empleadora de la región. Pero COBOCE, en términos reales ha significado mucha pérdida para la agricultura y la ecología de Capinota. El problema será mayor ahora que va a ampliar su producción, o sea, explotará casi tres veces más de los recursos minerales de la Provincia, sin dejarle la más mínima rentabilidad en términos de regalías. Pasa lo mismo con su explotación de agregados a lo largo del río Arque.
Con semejante explotación y con un mínimo de impuestos pagados, Capinota sería un Municipio mucho más moderno y con muchas más obras. Pero no. Los capinoteños y, principalmente sus autoridades, pareciera que se conforman con las migajas que deja COBOCE al Municipio. Entre éstas migajas se anotan reiteradamente los préstamos de equipo de tracción para la limpieza eventual de caminos o ríos, y cosas por este estilo. Sobre estos temas se debe discutir con más énfasis, para analizar la verdadera incidencia e influencia de COBOCE en el valle capinoteño.
Por lo anotado, el portal que se encuentra a la entrada del pueblo no tiene otra intención que convertirse en publicidad ostentosa y barata para la misma empresa. Si de cariño se tratara, debiera haber invertido el orden de las palabras y, en vez de coronar el muro con la palabra COBOCE, debiera poner la palabra CAPINOTA, denotando que a partir de ese punto los visitantes están llegando al valle de ese nombre. Como mucha condescendencia se les debiera haber dejado que escriban, con las letras pequeñas: “de COBOCE, en sus 100 años”. Ese debe ser el orden correcto de esta publicidad amañada y gratuita que se gasta la empresa del cemento.
¿Será una tarea de COBOCE rectificar este entuerto? Posiblemente sí, si las autoridades locales se lo proponen. Sin embargo, no creemos que se deba esperar a que la empresa rectifique su publicidad, la propia Alcaldía debiera cambiar el orden de las letras, más o menos como alguien lo hizo en el montaje de la foto inferior. Ese sería un letrero digno del Municipio.
Por lo demás, como sucede en todos los municipios del mundo, se debe cobrar impuestos o alquileres a los espacios de publicidad, venga de donde venga, para beneficio de los habitantes del municipio. Generalmente este tipo de publicidad lo único que hace es afear el espacio y arruinar la perspectiva de nuestras rutas y avenidas.
Esperemos que exista presión sobre el particular y se empiece eliminando y regulando la más ostentosa y antiestética publicidad, que es este portal de COBOCE.