Con motivo de las fiestas provinciales el Alcalde de la Provincia, Marco Antonio Coraite, hizo entrega de una nueva obra, consistente en un pequeño mercado-restaurante en la localidad de Buen Retiro, destinado a concentrar a las comerciantes de alimentos en un puesto único, con mayores condiciones higiénicas, sombra, piso de cemento y, lo más importante, agua corriente. El solo hecho de disponer de agua hará que las condiciones higiénicas mejoren, por el mejor lavado de los utensilios y de las manos. Recordemos que la mayor cantidad de intoxicaciones alimentarias y sus secuelas inmediatas, como la diarrea, ocurren por la inadecuada manipulación de alimentos. Esta situación empeora si no existe un sistema adecuado de eliminación de excretas y de basuras.
El actual mercado es un paso adelante en cuanto a estas condiciones, pero no está completo porque no cuenta con baños higiénicos. Mientras no existan buenos baños, las posibilidades de contaminación feco-oral serán muy grandes. Recordemos, además, que es obligación de la Municipalidad velar por la higiene pública y su reglamentación.
Normalmente, todos los municipios del mundo tienen la norma de prohibir la apertura de comedores y restaurantes que no cuenten con baño higiénico. En este caso, el restaurante sin baño, fue abierto por la propia Municipalidad.
Anotamos además, que en todo lo que fue el campamento ferroviario de Buen Retiro, prácticamente no existen baños ni basureros, razón por la que su población está utilizando el río Carcel Mayu para defecar y eliminar su basuras. Con el nuevo mercado el consumo y eliminación de plástico y botellas está aumentando, lo que puede comprobarse nada más que observando el río que está a lado del mercado.
Es razón más que suficiente para que la Alcaldía piense en la construcción de baños públicos para disminuir la contaminación fecal de la zona y, además, construir un basurero público donde comerciantes y usuarios puedan votar sus desperdicios. La inversión es mínima.
No olvidemos que existe el reflejo oro- rectal. No se trata de pensar sólo en comer (estímulo oral), sino en prevenir sus secuelas, principalmente, la defecación. Esto es lo que se llama higiene y calidad de vida.